Celdas de Distribución Eléctrica
- Grupo Edmar
- 18 sept
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Septiembre 18, 2025 - Celdas de Distribución Eléctricas

Celdas de Distribución Eléctrica
Las celdas de distribución eléctrica son fundamentales en el sistema eléctrico moderno. Son las encargadas de organizar, maniobrar y proteger la energía que fluye desde una fuente (como un transformador) hacia diferentes circuitos y equipos. Su importancia radica en que permiten trabajar con electricidad de forma segura, asegurando continuidad en el suministro y reduciendo riesgos para personas y equipos.
En este artículo vamos a profundizar en qué son, qué tipos existen, cómo están compuestas, sus principales ventajas, ejemplos de aplicación, y las recomendaciones más importantes para seleccionar y mantenerlas en buen estado.
¿Qué es una celda de distribución y cuál es su función principal?
Una celda de distribución es un conjunto cerrado y protegido que alberga diversos dispositivos eléctricos. Su función es recibir energía, dividirla en distintos circuitos, y garantizar la protección y maniobra segura de la misma.
Las celdas cumplen un rol esencial en instalaciones donde el nivel de tensión es elevado (por ejemplo, en media tensión, de 1 kV a 36 kV), ya que en estas condiciones las fallas pueden ser críticas.
Funciones clave:
Distribuir la energía de forma ordenada hacia diferentes cargas o sectores.
Aislar circuitos para poder realizar mantenimientos o reparaciones sin interrumpir toda la red.
Detectar fallas como sobrecorrientes, cortocircuitos o fugas, y actuar rápidamente para proteger el sistema.
Garantizar la seguridad de las personas que trabajan en la instalación eléctrica.
Ejemplo: en un hospital, las celdas permiten que el área de quirófanos pueda seguir funcionando aunque en otra parte del edificio haya una falla.
Tipos de Celdas según su voltaje y configuración.
Las celdas se clasifican según distintos criterios:
Por nivel de tensión:
Baja tensión (< 1 kV): utilizadas en edificios residenciales, oficinas y comercios. Suelen ser más sencillas y se asemejan a tableros de distribución.
Media tensión (1–36 kV): las más comunes en redes urbanas, plantas industriales y energías renovables. Su diseño está más enfocado en la seguridad y el aislamiento.
Alta tensión (> 36 kV): se utilizan en transmisión y grandes subestaciones. Incorporan tecnologías más avanzadas para aislar y controlar la energía.
Por medio de aislamiento:
AIS (Air Insulated Switchgear): utilizan aire como aislante. Son más económicas, fáciles de instalar y mantener.
GIS (Gas Insulated Switchgear – SF6): compactas, con mayor capacidad de aislamiento. Ideales en lugares con poco espacio o donde se requiere alta confiabilidad.
Celdas en resina sólida: una alternativa más moderna y amigable con el medio ambiente, al eliminar gases nocivos y ofrecer aislamiento seguro.
Por diseño físico:
Compactas: integran todos los elementos en un solo gabinete, simplificando la instalación.
Modulares: permiten agregar secciones según crecen las necesidades de la instalación.
Exteriores: con gabinetes diseñados para resistir humedad, polvo, radiación solar, o incluso vandalismo.

Componentes Clave que integran una celda de distribución.
Una celda puede variar en complejidad, pero en general incluye:
Barrajes (busbars): conductores de cobre o aluminio que transportan la corriente dentro de la celda.
Interruptores de potencia: cortan la corriente en caso de fallas, protegiendo la instalación.
Seccionadores: permiten abrir o cerrar un circuito de forma manual o motorizada para aislar partes de la red (recordatorio: linkear con artículo de seccionadores eléctricos).
Fusibles: ofrecen una protección rápida frente a sobrecorrientes o cortocircuitos.
Relés de protección: dispositivos que detectan condiciones anormales y ordenan la apertura de los interruptores.
Transformadores de medición: miden tensión y corriente, permitiendo el control y la facturación de energía.
Sistema de monitoreo y control: cada vez más digitalizado, con pantallas, sensores y comunicación remota.
Gabinete metálico: la envolvente que protege todos los componentes, diseñada con grado de protección adecuado (IP/IK).
Ejemplo: en una planta automotriz, la celda no solo protege contra fallas, sino que también permite medir el consumo de cada línea de producción.
Ventajas de utilizar celdas de distribución de calidad.
Invertir en celdas adecuadas no solo aporta seguridad, también tiene impacto directo en el rendimiento y la durabilidad de una instalación eléctrica.
Mayor seguridad: tanto para el personal como para los equipos.
Confiabilidad operativa: menos riesgos de fallas o paros inesperados.
Flexibilidad: versiones modulares que permiten crecimiento futuro.
Durabilidad: diseños resistentes a ambientes agresivos (salinidad, humedad, polvo).
Cumplimiento de normativas: indispensable para evitar sanciones y garantizar calidad.
Eficiencia: algunas celdas modernas ayudan a reducir pérdidas de energía y optimizan el uso del espacio.
¿Cómo elegir la celda de distribución Adecuada?
Seleccionar la celda correcta depende de múltiples factores:
Nivel de tensión y corriente nominal que requiere la instalación.
Naturaleza de la carga: si es industrial, hospitalaria, comercial o residencial.
Condiciones ambientales: si estará en interior o exterior, exposición a polvo, humedad o temperatura extrema.
Espacio disponible: gabinetes compactos en lugares reducidos o modulares en proyectos de gran escala.
Requerimientos de seguridad: si el personal es técnico especializado o no.
Necesidad de automatización: integración con sistemas SCADA o monitoreo remoto.
Normas aplicables: IEC, ANSI, NOM.
Costos de ciclo de vida: más allá del precio inicial, considerar mantenimiento, repuestos y soporte a largo plazo.

Ejemplos de Aplicación Real de Celdas de Distribución.
Hospitales: aseguran que áreas críticas como quirófanos o unidades de terapia intensiva no sufran interrupciones.
Industrias manufactureras: cada línea de producción recibe energía a través de celdas independientes, lo que permite aislar una falla sin detener toda la planta.
Centros de datos: las celdas permiten mantener la continuidad de servidores que requieren energía constante.
Parques solares y eólicos: concentran la energía producida, la protegen y la envían hacia la red pública.
Infraestructura urbana: en subestaciones de media tensión, las celdas reparten la energía hacia diferentes barrios o sectores de la ciudad.
Mantenimiento, Inspección y Vida útil.
El mantenimiento adecuado prolonga la vida útil de las celdas, que puede superar los 30 años.
Prácticas recomendadas:
Inspección visual de conexiones, busbars y aisladores.
Limpieza periódica para evitar acumulación de polvo y humedad.
Medición de resistencia de aislamiento y continuidad de conductores.
Uso de cámaras termográficas para identificar puntos calientes en conexiones.
Pruebas funcionales de interruptores, seccionadores y relés.
Verificación de protecciones automáticas y sistemas de control.
Registro histórico de cada inspección para anticipar fallas.
En proyectos críticos, se recomienda implementar mantenimiento predictivo con sensores que midan temperatura, humedad y estado de los componentes en tiempo real.
Las celdas de distribución son uno de los pilares de cualquier sistema eléctrico confiable. Comprender sus tipos, componentes y criterios de selección permite diseñar instalaciones seguras, eficientes y listas para el futuro. En los próximos artículos profundizaremos en aspectos específicos como tecnologías de aislamiento, normativas y tendencias en digitalización, con el objetivo de aportar información clara y práctica al sector eléctrico.

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